La meditación es un concepto difícil de definir porque en realidad, no es únicamente el acto de sentarse y cerrar los ojos sin más.

La meditación, en nuestra opinión, es una manera contemplativa de vivir la experiencia de la vida. Contemplar es algo así como saborear cada instante; y saborear cada instante es vivirlo sin distracción.

Este proceso consciente se entrena a través del control voluntario de la atención frente a las distracciones involuntarias; y efectivamente, puede hacerse en una postura sentada y con los ojos cerrados, pero también se puede practicar mientras se camina hacia el autobús, mientras se come el plato favorito o mientras se mantiene una conversación con un amigo, por ejemplo.

Entrenar el músculo de la atención te permite construir una infraestructura neuronal que te ayuda, posteriormente, a ser menos prisionero de las circunstancias externas.

En el centro intentamos transmitir esta filosofía de vida a cada actividad que hacemos.